Una detención repetida es una situación que nadie desea, especialmente si se está en libertad bajo fianza, la excarcelación temporal de un acusado a la espera de juicio.
Ser detenido y acusado de un delito puede ser una situación difícil para cualquiera. Por lo general, un juez fija una fianza para una persona, y después de que esta cantidad se paga (por lo general a través de una fianza), que será liberado de la cárcel, mientras que su caso criminal está en curso. Desafortunadamente, hay algunas situaciones en las que una persona puede ser arrestada por un delito distinto después de haber sido puesta en libertad bajo fianza.
En estos casos, es importante entender cómo un segundo arresto puede afectar tanto al caso penal original como a los nuevos cargos a los que la persona puede enfrentarse.
Consecuencias de repetir la detención tras quedar en libertad bajo fianza
La fianza que una persona paga por su arresto inicial es independiente de cualquier fianza ordenada para un segundo arresto. Esto significa que cualquier fianza que ya se haya pagado no puede utilizarse como fianza para un nuevo cargo penal.
Cuando se fija una fianza después de un nuevo arresto, el juez puede tener en cuenta el arresto anterior y el cargo criminal, y esto puede resultar en una fianza más alta para el segundo cargo. Dependiendo de la gravedad del delito y de factores tales como si se considera que una persona presenta riesgo de fuga, puede denegarse totalmente la libertad bajo fianza, y puede exigirse a la persona que permanezca en prisión durante todo el proceso.
Una segunda detención también puede llevar a un juez a revocar la fianza de la detención original. En estos casos, el importe de la fianza que se pagó anteriormente puede perderse. Una segunda detención que haya tenido lugar en una jurisdicción distinta a la de la primera detención también puede acarrear complicaciones adicionales, ya que una persona que esté detenida en la cárcel no podrá asistir a las vistas judiciales en la jurisdicción inicial. Esto puede dar lugar a sanciones adicionales.
La reincidencia también puede afectar a las negociaciones con los fiscales. Si un acusado y su abogado habían estado trabajando para llegar a un acuerdo, pueden tener más dificultades para hacerlo, y los fiscales pueden perseguir penas más graves.
Además, los fiscales pueden acusar a una persona de "delito bajo fianza", alegando que el segundo delito no se habría producido si el acusado no hubiera estado en libertad bajo fianza. Si la persona es condenada tanto por el delito inicial como por el segundo, pueden añadirse hasta dos años a su condena.
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